martes, 31 de enero de 2012

DE VOCACIÓN...MAESTRO

Recojo ahora una historia que encontré en la red y que demuestra que en el oficio de maestro (como en cualquier otro en realidad) lo más importante no son los conocimientos o habilidades que se tengan, sino la actitud con la que uno afronta cada día su trabajo.

Esta historia está dedicada a todos esos maestros, a todos esos profesionales en general, que se esfuerzan por dar lo mejor de sí mismos en su trabajo. A todos ellos gracias por creer que un mundo mejor es posible y, sobre todo, por intentar lograrlo. Para todos esos maestros “de alma”, de vocación, que, a pesar de la que está cayendo, se esfuerzan cada día por cumplir su compromiso con sus alumnos, sin excusarse en falta de medios o en la falta de una política valiente y consensuada para la formación. Es la hora de los valientes…

Hace años, un inspector visitó una escuela de primaria. En su recorrido observó algo que le llamó poderosamente la atención, una maestra estaba atrincherada detrás de su escritorio, los alumnos hacían gran desorden; el cuadro era caótico.
Decidió presentarse: - Permiso, soy el inspector de turno...¿algún problema?
- Estoy abrumada señor, no se que hacer con estos chicos... No tengo láminas, el Ministerio no me manda material didáctico, no tengo nada nuevo que mostrarles ni que decirles...
El inspector, que era un docente de alma, vio un corcho en el desordenado escritorio. Lo tomó y con aplomo se dirigió a los chicos preguntando: - ¿Qué es esto?
- Un corcho señor... -gritaron los alumnos sorprendidos.
- Bien, ¿De dónde sale el corcho?
- De la botella señor. Lo coloca una máquina.., del alcornoque, de un árbol .... de la madera..., - respondían animosos los niños.
- ¿Y qué se puede hacer con madera?, -continuaba entusiasta el inspector.
- Sillas..., una mesa..., un barco...
- Bien, tenemos un barco. ¿Quién lo dibuja? ¿Quién hace un mapa en la pizarra y coloca el puerto más cercano para nuestro barquito? Escriban a que provincia pertenece. ¿Y cuál es el otro puerto mas cercano? ¿A que país corresponde? ¿Que poeta conocen que nació allí? ¿Qué produce esta región? ¿Alguien recuerda una canción de este lugar? - Y comenzó una tarea de geografía, de historia, de música, economía, literatura, religión, etc.
La maestra quedó impresionada. Al terminar la clase le dijo conmovida:- Señor, nunca olvidaré lo que me enseñó hoy. Muchas Gracias.
Pasó el tiempo. El inspector volvió a la escuela y buscó a la maestra. Estaba acurrucada atrás de su escritorio, los alumnos otra vez en total desorden...
- Señorita...¿Qué pasó? ¿No se acuerda de mí?
- Si señor, ¡cómo olvidarme! Que suerte que regreso. No encuentro el corcho. ¿Dónde lo dejó?

lunes, 30 de enero de 2012

SEGUNDAS OPORTUNIDADES

Uno de los pilares en los que se basa nuestra sociedad es en la idea de que todo el mundo tiene derecho a equivocarse, y también a rectificar. Todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad, a todos se nos debe dar la oportunidad de reconocer errores e intentar reconducir nuestras decisiones. En cierta manera esta es la esencia de la formación. Por tanto, cuando hablamos de fracaso escolar debemos articular los necesarios mecanismos de recuperación para no segregar indefinidamente a aquellos jóvenes que en su momento no pudieron o no quisieron aprovechar su oportunidad de formarse.

Dicho lo anterior cabe realizar dos reflexiones al respecto. La primera es que cuando ofrecemos una segunda oportunidad a estos jóvenes, ahora no tan jóvenes, esta no puede consistir únicamente en volver a ofrecer más de lo mismo. Si nada cambia, si el objetivo, el planteamiento, la metodología y la evaluación son las mismas,... seguramente el resultado volverá a ser el mismo (fracaso), con el coste añadido del impacto en las expectativas y autoestima del alumno. No se trata de ofrecer tantas alternativas como personas, pero si de intentar atender las características diferenciales de cada persona a la hora de afrontar un proceso de formación. No todas las personas aprendemos de la misma manera, ni todas plantearemos las mismas exigencias y las mismas necesidades al sistema educativo-formativo. Hay que plantear la necesidad de flexibilidad y adaptación del sistema al alumno y no a la inversa.

Otra reflexión, más filosófica quizá, plantea que cuando ofrecemos una segunda oportunidad esta debe ser sincera, honesta. Al ofrecer estas nuevas alternativas hay que realizar planteamientos que partan de cero, sin premisas y sin acusaciones. El alumno debe entender que tiene la oportunidad de empezar de cero y que no se le va a juzgar por lo que hizo o dejo de hacer en su día. Para intentar clarificar este concepto recuerdo una historia que alguien me contó una vez y que según esta versión se le atribuye a Tomás Edison.

Cuentan que tras cientos de intentos fallidos e innumerables pruebas, Edison consiguió finalmente un modelo de bombilla capaz de soportar con fiabilidad las condiciones previstas. Durante años había soñado con aquel momento en el que todos sus esfuerzos se veían ampliamente recompensados. Edison, orgulloso, llamó a su ayudante Jimmy Price para que guardara aquella bombilla hasta poderla enseñar a los inversores.

De pronto se escuchó un ruido de cristales rotos y al volverse Edison comprobó como su bombilla, aquella en la que tanto esfuerzo había invertido, estaba hecha añicos en el suelo. A su ayudante se le había resbalado de las manos.

Es fácil imaginar lo que Edison debió pensar y sentir en ese momento, sin embargo, la historia cuenta que no dijo ni una sola palabra e inmediatamente se dirigió a su mesa de trabajo y se puso a fabricar un nuevo modelo de bombilla.

Días después cuando hubo finalizado de nuevo su trabajo, Edison hizo algo muy importante en señal de que había perdonado a Jimmy. Lo llamó y con una sonrisa le entrego la nueva muestra diciéndole "Ten cuidado". El muchacho no rompió aquella bombilla y su invento se convirtió en uno de los más revolucionarios del momento.

En la historia Edison demuestra la manera correcta de ofrecer una segunda oportunidad. Las segundas oportunidades, si se dan, que sea con el corazón, sin reproches, sinceras. Si no es así no vale la pena darlas.

PREPARADOS.

Bajo el irónico título de pre-parados el periódico El País publicó durante más de un año una serie de artículos que retrataban las dificultades de los jóvenes españoles para enfrentarse al mercado de trabajo.
Gracias a este interesante trabajo podemos conocer de primera mano las caras, las historias y los sentimientos que se esconden detrás de las frías estadísticas. Porque lo que las cifras nunca llegaran a mostrar es ni la ilusión ni la frustración, ni la esperanza ni la tristeza que experimentan cada uno de estos jóvenes a la hora de plantearse el futuro.
Algunas veces en clase hemos reflexionado sobre estos valiosos testimonios, tratando de aprender asomados a la realidad de las vidas de otras personas con las que compartimos inquietudes y esperanzas. Observamos a través de estas historias como no hay recetas mágicas y que no es oro todo lo que reluce. Muchos tuvieron que salir de España en busca de un futuro laboral, al menos estable, pero no todos encontraron lo que les prometían. Muchos prefirieron mentir en sus curriculums avergonzándose de máster y postgrados para poder acceder a trabajos de poca cualificación, y ni con esas...algunos apostaron por la ilusión de un nuevo proyecto y si no lo consiguieron, al menos les quedó el consuelo de haberlo intentado, de morir con las botas puestas.
En España encontramos hoy una generación de jóvenes "inetiquetables" donde convive la generación más formada de todos los tiempos, más abierta al mundo que nunca, con la generación con mayor índice de abandono y fracaso escolar. Y a todos ellos, sin excepción, ha golpeado la crisis.
Preparar, formar para el futuro implica que los jóvenes estén capacitados para afrontar el momento que les ha tocado vivir. Formar en años de bonanza económica, donde cualquiera con unas mínimas ganas y aún menos conocimientos encontraba trabajo no ha tenido demasiado mérito. Formar en las actuales circunstancias, sobre todo a los jóvenes, es un reto sin precedentes y una responsabilidad titánica a la que solo cabe enfrentarse desde el esfuerzo y con honestidad.
Seguramente el mercado laboral español ha influido pervirtiendo al sistema educativo, seguramente las familias han hecho dejadez en sus controles y han delegado en otros la educación de sus hijos criminalizando a los profesores, seguramente los partidos políticos no han tenido la altura de miras necesaria para encontrar los necesarios acuerdos, seguramente los profesores han actuado de forma egoísta y han dejado que el funcionario fagocitará al vocacional maestro, y seguramente y sobre todo los jóvenes han atracado impunemente un sistema que les brindaba todo tipo de facilidades y oportunidades. Como dice el dicho "entre todos la mataron y ella sola se murió".
No es hora de perder más el tiempo buscando culpables, es hora de arrimar el hombro y de que cada uno desde su parcela empiece a aportar lo mejor que tenga, porque si no no saldremos nunca de esta.

Dejo aquí el enlace a la serie de artículos preparados, sin duda un verdadero libro de texto del que aprender para el futuro, y agradecer a todas aquellas personas que compartieron su historia por la posibilidad que ofrecen de aprender de sus aciertos y de sus errores.
http://www.elpais.com/especial/preparados/?page=1&np=177&

jueves, 26 de enero de 2012

ELEFANTES (III)

Recupero aquí un cortometraje que en algunas ocasiones he utilizado en clase para comentar con los alumnos el tema del fracaso escolar, sus causas y sobretodo sus consecuencias. El cortometraje "adolescentes" forma parte de un conjunto de cortometrajes que bajo el título de "Hay motivo" pretendían denunciar una serie de problemas de la sociedad española del momento. En concreto "adolescentes" plantea en unos pocos minutos el problema del elevado porcentaje de jóvenes que no finalizan la escolarización obligatoria y la falta de mecanismos para recuperarlos.

El corto fue rodado en 2004, hace ahora diez años, en los que se han alternado los dos grandes partidos políticos en el poder y en los que se han aplicado diferentes leyes educativas con un mismo resultado. Diez años después las opiniones expresadas por los jóvenes y los maestros reflejadas en el video han cambiado poco o nada. La situación del fracaso escolar en España, lejos de mejorar ha empeorado. España es uno de los países con mayor tasa de fracaso escolar de la UE y además uno de los pocos que no consigue controlar y reducir sus índices de fracaso.

La situación es alarmante, más en tiempos de crisis y de dificultad por parte de los jóvenes para acceder al mercado laboral. Pensamos que la formación es el arma más eficaz para luchar contra el desempleo, sobre todo juvenil, y sin embargo continuamos arrastrando el lastre de una "manada" completa de elefantes etiquetados bajo el epígrafe de "los especiales" y con los que no sabemos muy bien que hacer.

Mi duda, mi pregunta es... ¿puede alguna sociedad prescindir de las aportaciones de un colectivo tan numeroso?, ¿qué precio acabaremos pagando por ello?.



Os dejo aquí la ficha que suelo utilizar para trabajar este video con mis alumnos.

https://docs.google.com/open?id=0B6LBF-ZHigFyMmI4YmFiMDgtNGFlMS00NTZmLWJiOWYtNjIwMTk0M2I5NDBi

martes, 24 de enero de 2012

ELEFANTES (II)

Pongo aqui el enlace a la página del programa Documentos TV donde en el año 2009 se emitió un programa que abordaba la temática del fracaso escolar. El programa lleva por título "Un pulso al fracaso" y muestra como se trabaja en programas de 2ª oportunidad. Las opiniones mostradas por sus protagonistas (Odei, Ainara, Juan,...) reflejan muy bien el estado de ánimo de un grupo muy numeroso de jóvenes que debido a diversas circunstancias se han visto marginados del sistema educativo.
Para mi este reportaje muestra al igual que en una película del National Geografic a una manada de elefantes en plena sabana africana. Todos los protagonistas de este documento son elefantes en potencia, personas necesitadas de segundas oportunidades que les permitan recuperar la confianza perdida en si mismas para poder volver a empezar.




http://www.rtve.es/television/20110119/documentos-tv-vi-premio-derechos-infancia-periodismo/396237.shtml

ELEFANTES (I)

Una de las primeras historias que suelo contar a mis alumnos es el cuento del "elefante encadenado" de Bucay. Últimamente incluso llevo el cuento ilustrado por Guti y se lo cuento como si tuvieran 6 años, (mis alumnos suelen rondar los 18). Creo que no hay edad para disfrutar y para aprender de los cuentos. Creo que la frase "Erase una vez ..." debe tener algun poder mágico que hace que inmediatamente después de oirla toda nuestra atención se concentre en lo que va a venir a continuación.




Como decia me gusta comenzar con esta historia porque ejemplifica muy bien la manera en la que me gusta ver a los alumnos: son enormes elefantes atados a pequeñas estacas. Hay que ver en los alumnos sus potencialidades, no quedarse con la más visible, con sus limitaciones. Solo así se puede construir un verdadero proceso de enseñanza-aprendizaje. Solo desde este supuesto podemos construir y podremos provocar cambios. Es importante que los alumnos también se crean elefantes, que crean en sus posibilidades y que hagan el esfuerzo por aprender. Nada se aprende sin iniciativa. Nada que merezca la pena se consigue sin esfuerzo.


Uno de los primeros retos a afrontar por los profesores es que sus alumnos crean en si mismos, si no tienen la confianza suficiente no podrán aprender. Como el elefante del cuento de Bucay, si no lo intentan nunca sabran hasta donde pueden llegar. Por nuestra parte es necesario crear ese ambiente de confianza, animarles a intentar las cosas con fe en sus posibilidades, borrar de su mente la idea de que "no van a ser capaces" solo porque alguna vez lo intentaron y no lo lograron. Muchos de nuestros alumnos, sobretodo los que han experimentado el fracaso escolar padecen una especie de indefensión aprendida por la que renuncian a intentar nada que suene a académico ya que no guardan buenas experiencias de estos trabajos. Es importante darles ese ánimo necesario, ese primer empujón para que su esfuerzo sea un intento valiente y convencido de que la situación es diferente y esta vez si lo van a conseguir.


Os dejo la historia del elefante, aunque os recomiendo que consigáis la versión impresa en formato de albúm ilustrado. EL ELEFANTE ENCADENADO.Jorge Bucay, RBA LIBROS, 2008. ISBN 9788479016661


Cuando yo era niño me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, lo que más me llamaba la atención era el elefante.
Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de su peso, tamaño y fuerza descomunal… pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en el suelo. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.
El misterio era evidente: ¿Qué lo sujeta entonces?. ¿Por qué no huye?
Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los mayores. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapa porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia: “Si está amaestrado ¿por qué lo encadenan?”
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.
Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca… y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:
El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.
Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.
Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía…
Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a sus destino.
Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no escapa porque cree que NO PUEDE.
Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo.
Jamás… jamás… intentó poner a prueba su fuerza otra vez…
Vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad… condicionados por el recuerdo de «no puedo»… Tu única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento todo tu corazón…
JORGE BUCAY

jueves, 19 de enero de 2012

LA VIEJA Y LAS FLORES

El primer paso en este camino de baldosas amarillas será un cuento, la historia de la vieja y las flores. Este cuento refleja muy bien la actitud de aquellos que no se conforman con ser espectadores y que intentan hacer algo (por pequeño que sea) para cambiar las cosas que no les gustan. Esta es una idea que refleja bien la filosofía de este blog y me pareció apropiado comenzar a andar con esta historia, así que...
Había una vez...
…un hombre que subía cada día al autobús para ir al trabajo. Una parada después, una anciana subía al autobús y se sentaba al lado de la ventana. La anciana abría una bolsa y durante todo el trayecto, iba tirando algo por la ventana. Siempre hacía lo mismo y un día, intrigado, el hombre le preguntó qué era lo que tiraba por la ventana.
¡Son semillas! – le dijo la anciana.
¿Semillas?, ¿Semillas de qué?
- De flores… es que miro afuera y está todo tan vacío…Me gustaría poder viajar viendo flores durante todo el camino. ¿Verdad que sería bonito?
- Pero las semillas caen encima del asfalto, las aplastan los coches, se las comen los pájaros… ¿Cree que sus semillas germinarán al lado del camino?
- Seguro que sí. Aunque algunas se pierdan, alguna acabará en la cuneta y, con el tiempo, brotará.
- Pero…tardarán en crecer, necesitan agua…
- Yo hago lo que puedo hacer. ¡Ya vendrán los días de lluvia!
La anciana siguió con su trabajo… Y el hombre bajó del autobús para ir a trabajar, pensando que la anciana había perdido un poco la cabeza.
Unos meses después, yendo al trabajo, el hombre, al mirar por la ventana, vio todo el camino lleno de flores… ¡Todo lo que veía era un colorido y florido paisaje! Se acordó de la anciana, pero hacía días que no la había visto. Preguntó al conductor:
- ¿Sabe usted algo de la anciana de las semillas?
- Pues, ya hace un mes que murió.
El hombre volvió a su asiento y siguió mirando el paisaje.
«Las flores han brotado, se dijo, pero ¿de qué le ha servido su trabajo? No ha podido ver su obra».
De repente, oyó la risa de un niño pequeño. Una niña señalaba entusiasmada las flores…
- ¡Mira, papá! ¡Mira cuántas flores!
¿Verdad que no hace falta explicar mucho el sentido de esta historia?
La anciana de nuestra historia había hecho su trabajo, y dejó su herencia a todos los que la pudieran recibir, a todos los que pudieran contemplarla y ser más felices.
Dicen que aquel hombre, desde aquel día, hace el viaje de casa al trabajo con una bolsa de semillas que va arrojando por la ventanilla.

¡FELIZ REFLEXIÓN!

martes, 17 de enero de 2012

ENTRADA 0: DECLARACIÓN DE INTENCIONES



Nace aqui una iniciativa que anda tiempo rondando por mi cabeza y que surge de la necesidad de compartir una serie de pensamientos y reflexiones sobre como deberia de entenderse la educación y la formación en los tiempos que corren. Cansados de escuchar la palabra crisis en todas las sopas posibles cabría reflexionar sobre como hemos llegado a esta situación, y si la educación tiene parte de responsabilidad en ello.


No hace mucho leí una pintada en un muro de una carretera que decía "la crisis no es económica, es ética". Esta frase me hizo pensar mucho y creo que encierra una gran verdad. La crisis económica es solo un sintoma, ya que la verdadera enfermedad, el autentico diagnóstico esta relacionado con una falta de valores morales y sociales. Y aquí la educación (cuando hablo de educación no me refiero solo a la escuela, sino también a la família, los medios de comunicación y la sociedad en general) tiene mucho que decir, e incluso algun "mea culpa" que asumir.


Creo que en pleno siglo XXI la educación tiene que reflexionar sobre sus objetivos y finalidades(para qué educamos?) y sobre sus contenidos (qué tenemos que enseñar?), y empezar a "desaprender" (que palabra tan chula!) y plantearse que reflexiones vamos a sacar de esta puñetera crisis y si vamos a salir de ella "escaldados" y siendo mejores como sociedad o, por el contrario, vamos a tirar tierra encima y vamos a continuar tropezando ciclicamente con la misma piedra.

En fin, este blog nace con el objetivo de reflexionar junto a otras personas sobre que papel tiene que desempeñar la educación en el dificil arte de "aprender de nuestros errores" (desaprender) y plantearnos qué nuevos propósitos de enmienda debemos aplicar para a través de la formación empezar a "cambiar el mundo".

Asi que como Dorothy en el mago de Oz, comencemos a caminar que el camino es largo y cuando lleguemos a Oz... ya veremos.

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