lunes, 6 de mayo de 2013

PREGÚNTALE AL NIÑO


Dice un conocido refrán que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad. Por eso si realmente estás interesado en conocer la verdad sobre algo que te preocupa o te inquieta, te aconsejo que le preguntes al niño. Pero para esto no te servirá cualquier niño, tienes que encontrar a uno en particular… uno que seguro que no te engañará. Eso sí, cuando lo tengas delante asegúrate que la pregunta que formules valga la pena.

¿Te consideras una persona feliz? ¿Exitosa? ¿Honesta? Si realmente estás interesado en conocer las respuestas a estas preguntas, te recomiendo que busques al niño y se lo preguntes. Seguro que su respuesta no te deja indiferente. Un cuento…

Hace mucho tiempo, en un país muy lejano, murió su rey sin dejar descendencia. Los sabios del reino decidieron entonces elegir a su nuevo monarca usando una antigua costumbre típica de aquellas tierras. Dejarían volar un pájaro que tenían enjaulado y nombrarían rey a la primera persona en la que el ave se posara.

El pájaro sobrevoló varias veces la ciudad antes de posarse en la cabeza del zapatero del pueblo. Este era una persona humilde que no había hecho otra cosa en su vida más que trabajar de sol a sol encerrado en su taller. Sin embargo, la decisión estaba tomada y era inapelable. Era lo que mandaba la tradición y sin más demora el zapatero fue trasladado a palacio, vestido con un delicado manto, alojado en palacio y proclamado rey. Esa misma noche todos sus ministros le hicieron la misma observación: -“Recordad que de ahora en adelante debéis comportaros como un rey, no como un zapatero

Lo primero que ordenó el nuevo rey fue que se habilitara una pequeña dependencia en lo alto del torreón y se dispusiera de ella para su uso personal, nadie excepto el rey podría tener llave de esta habitación y acceder a ella y, a nadie explicó el motivo de su decisión.

Todos los habitantes del palacio sabían que el rey, cada noche antes de acostarse, subía hasta lo más alto de la torre y pasaba un tiempo encerrado en aquella habitación. Pero nadie sabía que hacía allí. Por mucho que en algunas ocasiones habían escuchado atentamente al otro lado de la puerta, nadie en palacio conocía la razón de aquella extraña costumbre del nuevo rey.

Pasado el tiempo, la gente de palacio no pudo resistir más la curiosidad y algunos de sus ministros decidieron acudir ante el rey para preguntarle por qué subía cada noche hasta la torre y qué hacía allí. El rey decidió enseñarles la habitación y contarles el secreto que tanto les intrigaba. Mientras subían hacia la torre les confesó: -“Recuerdo que el día que fui nombrado rey todos me aconsejasteis que me comportara como tal, incluso mi ayuda de cámara quiso deshacerse de mis antiguas ropas y mis herramientas de zapatero. Pues bien- dijo mientras abría de par en par la puerta de aquella habitación privada- no solo no me deshice de ellas, sino que las conservo en esta habitación, y cada noche, subo hasta aquí para recordar quien fui y los años que pasé a la luz del candil remendando zapatos. Y ese recuerdo me ayuda a ser un rey más justo. Bien, ahora ya lo sabéis. Esto es lo que hago cada noche antes de acostarme.”

Y con estas palabras volvió a cerrar la puerta.

Si aun no has encontrado al niño al que debes formular tus preguntas te dejo un vídeo como segunda pista... ¡FELIZ REFLEXIÓN!




5 comentarios:

  1. Hay que conservar al niño que fuimos, nos devuelve a una sabiduría e inocencia que nunca debimos perder.
    El video lo conocía, pero me ha encantado volver a verlo, ¡es una pasada lo que transmite!

    Gracias Miguel.
    Un saludo

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  2. Hay que mantener la conversación con el niño que fuimos y que forma parte del adulto que somos. Es fundamental para poder mantener la perspectiva en la vida. Demasiado a menudo, cuando caminamos tenemos la vista fija en el horizonte, en nuestro destino, esto es importante (para no tropezar) y no perder el rumbo, pero no es menos importante, de vez en cuando, detenerse al borde del camino y mirar hacia atrás para observar el trayecto recorrido.

    Gracias por formar parte de mi PLE Bea.

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  3. Totalmente de acuerdo.Alguien me dijo una vez que "era como una niña:inquieta y cabezota". Creo que es lo más bonito que me han dicho nunca...jaja

    Un honor formar parte de tu PLE.;-)

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  4. Una frase del video dice " la vida es una sucesión de momentos y depende de tí como los vivas". Vivir siempre como si fueramos niños y todo lo bueno que conlleva: sinceridad, ilusión, rebeldia, inquietud, inocencia, humildad, ....y que por el camino se nos van olvidando.

    Miguel, siempre encuentras las imagenes y las palabras adecuadas para hacernos reflexionar...

    Un saludo.

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    Respuestas
    1. Yo también creo que los niños están más cerca de la verdad. A veces parece que nos obsesionemos con complicarnos las cosas y con ponernos barreras para evitar ser felices y disfrutar de las cosas más sencillas que nos rodean, que al final son con las que más disfrutamos. Recuperemos un poco de ese espíritu rebelde, curioso y aventurero del niño que fuimos y, sin duda, seremos más felices.

      Un abrazo Ana.

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